Fútbol Internacional
Una pinturita

Lo mejor de la autobiografía de Suárez

“Sofi me salvó de mí mismo”, asegura Luis Suárez en su autobiografía, que ya llegó a Uruguay de la mano de Planeta. Repasamos lo mejor del libro en lo que refiere a su esposa, a su llegada a Holanda y la ayuda de Bruno Silva, a Daniel Fonseca, la fama y Sudáfrica 2010. Parte I.
06.11.2014 11:15

Mi vida, la autobiografía de Luis Suárez, llegó al mercado uruguayo de la mano de Planeta, y es un repaso perfecto de la vida del futbolista charrúa más importante del momento, contado en primera persona de manera divertida y conmovedora.

El salteño hace un repaso sin orden cronológico por sus comienzos en Salto, su llegada a Montevideo en medio de conflictos, su juventud sin disciplina y el cambio drástico que le significó enamorarse de Sofía Balbi, por quien se hizo futbolista. Por ella llegó a Holanda, por ella cambió sus hábitos y por ella es quien es hoy.

Montevideo Portal seleccionó las mejores frases de un libro imperdible, y en esta primera entrega recoge las referentes a sus primeros pasos en el fútbol, a su desembarco en Europa, a su experiencia con la fama y a lo que le dejó el Mundial de Sudáfrica.

Su historia de amor

-“Sofi no sólo me conoció cuando era mucho menos tímido, sino también cuando no tenía nada. Yo acostumbraba pedirle a Wilson Pírez, uno de los directivos de Nacional, los 40 pesos que me costaba ir a verla”.

-“Habría sido fácil para los padres de Sofi rechazar a este pequeño vagabundo. Cuando mi hija tenga 13 años, si trae a casa a un novio de 15 con pinta de haber salido de un barrio bajo, no me caerá tan bien”.

-“Sofi me salvó de mí mismo”.

-“Gracias a su influencia empecé a estudiar fuerte. Lo que realmente quería era ganar más dinero, así podía vestirme mejor en nuestras citas y comprarle regalos”.

-“Se fueron a Barcelona en octubre de 2003. Sofi lo era todo y me había quedado sin nada. Cuando me despedí de ella a los 16 años pensé que era la última vez que la vería”.

-“De todos los jugadores que Fonseca tenía yo era el menos importante, pero él pagó mi viaje y mi hermano mayor me dio 60 dólares. (...) Viajé en diciembre de 2003 con el dinero que me quemaba el bolsillo. (...) Me di cuenta de lo que realmente quería hacer con mi vida y mi carrera. Quería jugar en Europa para estar con Sofi”.

La llegada a Holanda y el primer mordisco

-“La persona que me explicó la diferencia entre neto y bruto, y mucho más, fue Bruno Silva. (...) No tenía cómo saber que yo iba a llegar lejos tampoco; su apoyo fue totalmente desinteresado”.

-“Es difícil hacer amigos verdaderos en esta profesión pero él es, definitivamente, de los que he hecho por el camino. Todavía me trata como el Luis que conoció en Groningen y yo prefiero eso”.

-“Si eres un goleador y Marco Van Basten (su primer entrenador en Holanda) te dice cómo hacer las cosas, por supuesto que vas a escuchar. Me habría encantado aprender más de él y que tuviéramos una buena relación, pero parece que había otras intenciones. Todo mejoró cuando se fue”.

-“Bakkal me pisó y yo le mordí el hombro. Cuando terminó el partido lo abracé y le pedí disculpas. Salimos de la cancha juntos pero el daño ya estaba hecho. Jol me apoyó todo lo que pudo. Un periódico me llamó ‘caníbal’ pero él intentó restar importancia al hecho y dijo que se trató de un ‘mordisco de amor’”.

Su vínculo con la fama

-“El hambre hace la diferencia y si uno no lo tiene por haber sido malcriado, eso se nota en la cancha”.

-“A veces siento como si siempre hubiese sido famoso”.

-“Si Fonseca iba a comprarme de Nacional debía pagar un millón de dólares por mí y de esa cantidad me correspondían 200 mil. Fonseca dijo que yo debería rechazar esos 200 mil, que él sólo pagaría 800 mil a Nacional e incluiría un extra de 200 mil a mi primer gran contrato en Europa (...) Por una vez en mi vida fui demasiado confiado y cuando me di cuenta del error... era demasiado tarde”.

-“Hay gente que se te acerca, quiere estar cerca de ti y no sabes por qué. Piensas que es porque creen que eres una buena persona y después te das cuenta y empiezas a desilusionarte”.

-“Yo he invertido dinero que nunca más he visto. (...) Era una propiedad. Invertí y siete años después todavía estoy esperando”.

-“Estuve peleado con mi padre porque pensaba que no tenía que volver a trabajar por ser el padre de Luis Suárez. Yo le dije: ‘¿Quién es el que juega al fútbol, vos o yo?’”.

-“Nunca voy a ayudar a alguien que no se ayuda a sí mismo”.

La selección, su experiencia en Sudáfrica y “la mano de Suárez”

-“Hicimos un pequeño Uruguay en el medio de Sudáfrica”.

-“La primera vez que me llamaron a la selección Diego Forlán era la estrella, pero en el vestuario era exactamente igual que Lugano, Cavani, Cáceres, que cualquiera. Hay una verdadera igualdad”.

-“Tabárez es de la vieja escuela. (...) Le digo: ‘Eso nadie lo hace’, pero a él no le importa y hay que adaptarse”.

-“Más que haber hecho trampa sentí que me había sacrificado, no era de egoísta. Era dar todo por mi equipo y por mi país” (sobre la mano).

-“No es que Jorge Fucile se parezca a mí pero tiene el pelo negro, estábamos allí juntos y él ya tenía una tarjeta amarilla por lo que se iba a perder el siguiente partido: entonces me volví al árbitro y lo señalé a él, diciendo que yo no había sido”.

-“El drama se estaba definiendo al otro lado del muro y lo estábamos viendo en una televisión en la esquina. El sonido estaba en mute. Estábamos en un mundo propio. (...) Llamé a Sofi antes de que empezara la serie y le pregunté cómo estaba. Yo lloraba por la tensión de todo lo que había hecho pero al mismo tiempo le decía: ‘¡Tranquila, no vayas a parir!’” (sobre el Uruguay-Ghana, cuando su mujer estaba embarazada de ocho meses).

-“Estábamos casi afuera antes de que el campeonato empezara y ahora en semifinales. Las lesiones, los penales, las pobres actuaciones del comienzo, el tiempo juntos, el drama y la mano... todo se juntó al darnos cuenta de que habíamos logrado algo increíble. Recordé entonces la mano y que, por supuesto, no iba a poder jugar la semifinal. Me golpeó y fue horrible”.

-“Si no hubiera sido delantero, hubiera sido arquero. Algunos dirían que eso explica mis zambullidas”.

-“Diego hizo réplicas del trofeo y le dio una a cada uno del equipo. Él lo había ganado gracias a todos nosotros, nos dijo” (sobre el Balón de Oro de Forlán).